-Hola- Dice él
-Hola- Dice ella
-Me encantas- Dice él
-A mi también- Dice ella
-¿A ti también te encantas?- Dice él
- Jajaja, no... Me encantas - Dice ella
- Jajaja - Dice él
- Jajaja - Dice ella
¿A qué me suena?
A que alguien está loco y les puedo asegurar que esta vez NO soy yo.
Estamos expuestos a los sentimientos de las personas, a compartir alegrías, temores, rencores, remordimientos y en muchos casos, compartir esos sentimientos es una válvula de escape para la persona que los comparte ¿Me siguen bien hasta allí?
Luego de este derroche de filantropía compartiendo sentimientos, pues *algo* sucede, *algo* a lo cual me niego rotundamente a denominar como *click*.
Bien, pues ¿Qué hay de malo con experimentar algo nuevo con una presencia antigua? Nada.
A todos nos ha pasado.
El reencuentro con los amigos del cole que no ves hace mucho, si eres varón:
- La flaquita cuerpo de Skate que te jodía y jodía en clases tirandote papelitos a la nuca para que grites y el profesor te bote por escándaloso ha pegado un crecimiento de Padre y Señor mío, el cuerpo de Skate ha sido reemplazado por unas curvas bien proporcionadas que te arrepientes de no haber aceptado jugar con ella al doctor cuando andaban en 5to de primaria -
Si eres una encantadora fémina como yo:
- Tu pata; con seguridad por el que sentías alguito en el cole, a quien veías como "lindo", aquel que en algún momento se conviritió en tu "amiga" es ahora un universitario encaminado con más cuerpo del que recordabas, quizás con el cabello largo y con un desafiante piercing, visible cambio. -
Y es que así pasa, nos llevamos la mano a la cabeza y decimos "Lo que hace el tiempo..."
Pero en los reencuentros es distinto.
Todo está a nuestro favor, nos conocemos, nos entendemos... hemos crecido.
Simple como muchas cosas en esta edad, no tienes que inventar excusas para escaparte, no tienes que preocuparte por que tus amigas empiecen a opinar sobre él o a que el ex al que tienes que ver CADA día en el colegio te mire mientras agarras con el nuevo.
Es decir que aquella conversación inocente del messenger debió seguir con un:
-¿Dónde estás?-
-En mi casa ¿Vienes?-
-Ok-
Quizás con un poco más de diálogo y puesta al día con lo que ha sido nuestras vidas pero ustedes entienden el mensaje.
Bien, pues como es de costumbre, la cosa se complica para mí.
Simplemente no puedo, no puedo acercarme a él como si fuera alguien nuevo e intentar algo más, es quizás algo psicologico, o el hecho de que me ha visto moquear por enamorados huevones o peleándome con profesores me quitan las vistas de "prospecto" que pueda tener.
Y ni que hablar del hecho de que nos hayamos visto de 14 o 15 años con el peor coctel hormonal posible entre primeros cigarros y primeros tragos... es que para mí eso es un "Se siente raro".
Espero que no sea la única en el mundo que piensa así.
Y si lo soy... pues avísenme para borrar esta entrada lo mas rápido posible y marcar un número en el celular.
Besos.