No había título para esta entrada, hasta encender la radio y darme cuenta con incomoda sorpresa de que alguien había osado cambiar la estación radial en la que normalmente se encuentra programada el mini estereo Miray que asemeja un OVNI que se encuentra en el estudio.
Fue 1/2 segundo de molesta seguido de un sentimiento de "eureka".
"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida... Ay Dios!"
La voz de Rubén Blades era expulsada como una melódiosa lluvia por los parlantes del estereo, era como esas epifanías que aclaran dudas. No pudo haber mejor título para la siguiente entrada:
-¿Qué es eso?-
Nunca podré explicar como 3 palabras inocentes envueltas a manera de pregunta desencadenaron un alboroto en el salón de secundaria en el colegio en el que trabajo.
Una de mis alumnas, es particularmente callada. Tanto, que a veces pienso que sólo lo hace por joder a sus compañeras que se matan diciéndole algo y ella apenas dice 2 palabras en respuesta. Bueno, esta niña siempre me ha parecido un enigma, encantadora, pero por alguna razón a pesar de faltarle poco para derretirme con los ojos en cada clase no logra recordar nada en inglés más allá de "Good Morning".
-¿Qué es eso?-
Escuché una voz aguda preguntando a manera de susto.
Todas las cabezas voltearon al asiento en el cual mi alumna jodidamente callada se sienta sin haber faltado una sola vez desde hace más de 6 meses.
Un dedo se estira para señalar el motivo del estupor y la pregunta.
-"Miss, ¿Qué es eso?"-
Mis ojos siguen el inocente dedito que se estira como esforzándose en guiarme correctamente hasta la carpeta de la alumna jodidamente callada, que con sus enormes ojos marrones me observa sin comprender que ocurre.
"Como se trate de otra clase de brujería ...." Pensé. Dejé el libro sobre mi escritorio y dando dos pasos me acerqué para tener una mejor visión del panorama aconteciente.
"Debo haber visto mal" pensé. Parpadeé, quizás fue tan obvio que una de mis alumnas pregunto:
-"Ay Miss! ¿Pero qué es?"-
Estábamos resolviendo un ejercicio de subrayar respuestas, esas clásicas oraciones en las que debes subrayar lo que se te pide en el enunciado. Todas habían sacado sus reglas. Me causaba gracia ver sus útiles escolares, eran dignos de encontrarse dentro del estómago de un Pequeño Pony. Coloridos, llenos de plumas y de distintas formas, reglas de distintos tamaños y colores, excepto una.
A mi alumna jodidamente callada se le había olvidado su regla, así que mientras todas empezaban a resolver el ejercicio ella sacó algo que cumpliría esa función.
"Ok, calma... puede ser un sachet de Shampoo" Me dije a mi misma.
Di un paso más y mis sospechas se confirmaron, mi alumna jodidamente callada estaba usando un condón (perfectamente sellado) a manera de regla para resolver el ejercicio antes mencionado.
-"Ehm...¿Eso es tuyo?"-
La primera pregunta siempre es la más estúpida.
-"No, creo que es de mi papá, lo encontré en su cuarto y no sé que és, está todo en inglés"-
Lo sostenía y trataba de leerlo, el empaque rojo llamativo parecía confundirla.
-"A ver, dame ¡Yo lo leo!"-
Primera alumna, nunca se calla, un encanto pero especialmente impertinente cuando se lo propone.
-"A ver, préstamelo... dice... Duuuurex...pleasuuuuremaaaax"- Estiraba las letras, señal de no tener una idea de lo que decía en el empaque color rojo llamativo.
-"Nadie lee nada, chicas... a ver ¿Alguien tiene una regla para le preste a su compañera?"-
Alguien me alcanza una regla y se la doy a la niña jodidamente callada, me acerco y le dijo.
-"Es incómodo trabajar con eso, mejor usa la regla y al final de la clase te devuelvo el... paquetito, ok?"-
-"Okey Miss"-
Dijo sonriendo, le devolví la sonrisa.
Tomé el preservativo y lo metí al cajón del escritorio, no sin antes desfogar la gracia causada por el curioso momento en una discreta sonrisa.
Cerré el cajón y empecé a recibir los libros terminados, una de mis alumnas se acerca con el libro abierto y me pregunta:
-"Miss... ¿Porqué no le dijo que era un condón?"-
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Besos.