Juana Fernanda dice:
No, honestamente no, me gustan los hombres delicados pero fuertes, con un equilibrio entre belleza y fortaleza, es difícil de definir.
Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Estoy convencido de que la fortaleza se lleva por dentro. La fuerza física no pasa de ser eso. Mera fuerza física.
Juana Fernanda dice:
No me refiero a la fuerza física. Me refiero a la fortaleza espiritual, la inteligencia, la personalidad y físicamente la delicadeza me gusta mucho.
Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Entonces, veo que tienes gustos refinados.
Estaba yo, con las piernas cruzadas, con la espalda pegada al respaldar de la silla hablando de qué tipo de hombre me gusta con un vampiro de más de 200 años de edad, sin saber como expresarme correctamente para no quedar en ridículo.
Juana Fernanda dice:
Me va a disculpar que me falten palabras para expresarme pero el hecho de que usted esté hablando conmigo acerca de que tipo de hombre me gusta me resulta abrumador y no parece real.
Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
No te dispenses. Esta es una conversación casual. No tengo problemas de saber sobre tus gustos personales.
El morbo que sentí minutos antes al querer saber acerca del placer que podía sentir ante el dolor, era ahora un morbo acerca de su sexualidad, ¿Podría un vampiro tener relaciones sexuales? ¿Le es necesario tenerlas? Tenía que elegir correctamente las palabras a utilizar para que no me considerara insolente.
Juana Fernanda dice:
La siguiente es quizás una pregunta totalmente abusando su confianza... o desconfianza, no lo sé bien, pero de todos modos lo diré.
Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Adelante.
Su “Adelante” escrito me resultó tentador, cautivante, desafiante, como si estuviera listo a responder cualquier pregunta que yo pudiera hacerle, sentí un escalofrío recorriendo mi columna que me hizo arquearme en la silla y cambiar de posición.
Juana Fernanda dice:
Tiene usted apetito sexual? es decir, no sé como explicarme, espero que comprenda la pregunta.
Y le pido por favor que no lo tome como una falta de respeto.
Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Me parece graciosa esa pregunta. No tiene nada de malo sentir curiosidad. Debo decir que ese aspecto va más lejos de lo meramente carnal. Es algo que, aunque suene paradójico en mi caso, va de la mano con la espiritualidad.
El apetito sexual de un vampiro está unido al amor. En mi caso, por lo menos, salvo cuando fui mortal, no recuerdo haber sentido apetito sexual por alguien a quien no haya amado.
Me lo podía imaginar, sentando escribiendo y riendo de la naturaleza de mis preguntas era una imagen bastante interesante.
Juana Fernanda dice:
Porque, se tiene esa imagen de los vampiros, son un símbolo de la sexualidad, que son amantes apasionados, realmente tienen una muy buena imagen en ese aspecto y pues las mortales que tienen la suerte de llegar a enamorar a un vampiro a mi parecer son afortunadas pues pueden corroborar ese punto.
Qué ridiculez, le estaba hablando de sexualidad a un ser que puede poseer a cualquier mujer que desee.
Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Yo me enamoré de una mortal. Cuando lo leas sabrás más detalles al respecto. Fue muy doloroso. Prefiero no hablar de ello. Miguel Ángel se encargará de hacerle llegar esa parte de mi vida. La imagen que tienen los humanos sobre nosotros no siempre es la correcta.
En cuanto a la imagen apasionada o sensual de los míos, no puedo opinar, porque en este caso, hablo únicamente por mí.
Juana Fernanda dice:
Okey, entiendo, le agradezco por no incomodarse por la pregunta.
martes, 23 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario