viernes, 6 de febrero de 2009

Cuento

Me gustaba observarlo, era como observar una película antigua, incluso estando sentado en el sillón de la esquina de la sala, con las manos sobre el regazo y la mirada perdida, me resultaba una figura elegante, patriarcal y protectora.

Ese tipo de figuras que te inspiran a pedirles protección, que deseas dormir sobre su pecho por más fría que sea su piel y sentirte protegida.

-“No puedo dormir”-
Le dije frotándome los ojos.


-“A veces sucede, el insomnio no es tan raro entre los mortales”-

-“¿Me cuentas una historia?”-
Levantó la mirada, una mezcla de ternura e indiferencia, me llamó con un ademán gentil a su lado.

Me senté sobre la alfombra, al lado derecho de él, con las manos sobre las rodillas, levanté la cabeza para observarlo, me pareció el ser más dulce que haya conocido.


-“¿Qué deseas que te cuente?”-


-“Sólo quiero oírte… tu voz me resulta relajante”-


-“Que extraña joven eres, nadie nunca pensaría que mi voz provocaría tranquilidad o calma”-
Hubo un silencio incómodo, el seguía inmóvil observando la chimenea, el único ruido que llenaba la casa era el crujir de la leña ardiendo.

-“Recuerdo que cuando era mortal me contaban cuentos antes de ir a dormir, era un ritual que disfrutaba mucho”-
Pude sentir como su mente se llenaba de recuerdos de hace tantos años.


-“¿Tu madre te contaba cuentos?”-

Mi pregunta provocó un gesto de malestar en su rostro.

-“No, la que me crió como mi madre, ella lo hacía. Lo recuerdo perfectamente."-
Percibí que su alma se abría y me dejaba observar más acerca de él.

Hoy, los humanos vuelven el relato algo rutinario y hasta monótono ¿no crees? El relato es lo único que mantiene vivo una historia, un mito, no se sabrían muchas cosas si no fuera por esas noches
de cuentos entre padres e hijos”-

Suspiró profundamente.

-“¿Aún quieres escuchar tu cuento?”-


No obtuvo respuesta, me había quedado dormida con la cabeza apoyada en su regazo.


-Desde aquella noche leo antes de ir a dormir -

1 comentario:

bto8 dijo...

jojojoj pastel y amen, las historias son lo maximo