No conozco mucho tu historia. Honestamente, ni siquiera conozco tu apellido, sólo conozco esa pequeña manito que toma la mia para dejarme saber que tiene hambre pues hoy en el orfanato no te tocaba comer y sin soltar palabra alguna me dices que te gusta sentarte en el sillón con nosotros a ver lucha libre.
No sabes mucho de tu vida, ni que edad tienes ni que día es hoy, estás perdido y te sientes abrumado al estar en un lugar nuevo. No hablas mucho y las únicas palabras que salen de tus labiecitos son para contarnos con naturalidad los maltratos que has recibido, el dolor te parece cosa de todos los días ¿Por qué?. Me causa mucha ternura tu presencia, espero que tu estadía aquí haga menos pesada tu carga mi querido Alonsito, un niño de 6 años no tendría porqué saber de dolor ni llevar esa nube oscura sobre la mirada como la llevas tú.
Bienvenido.
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