Siempre olvidaba el sonido de su voz, a pesar de que me había acostumbrado a escucharla por un par de años.
-No es bueno que este sola...-
Me dijo sacando la billetera del bolsillo izquiero de su pantalón.
-Deja de decir "sola", me hace sentir que voy a morir y nadie irá a mi funeral-
Frotaba mis manos entre sí, el frío en Lima es cada vez peor.
-Yo iría-
Sostenía en su mano un billete de 20 soles y sonreía, no supe si se burlaba.
-¿Es eso un consuelo?-
Por precaución hice gala de un "Eso a mi me llega", con él, nunca se sabe.
Pagó el taxi y caminó a mi lado, esta vez sin necesidad de escondernos de nadie como hace unos años (cambios que hace el tener D.N.I.)
-¿Recuerdas como fue conmigo?-
Siempre hablaba mirando al suelo o el horizonte, eso me molestaba.
-¿Honestamente? No recuerdo mucho-
Y yo no mentía, poco o nada recordaba sobre él, que le gustaba, que hacía, apenas recordaba su voz.
*risas*
-¿En serio no recuerdas? o ¿Es que no quieres recordarlo?-
Cómo me jodían esas preguntas, sea lo que sea era lo que yo quería. No era su asunto lo que fuera a responder.
-No quiero recordarlo-
Dije metiendo un chicle a mi boca.
-Bueno, dejémoslo allí-
Si poco recordaba, una de las cosas que recordaba era que él nunca dejaba las cosas "allí", siempre seguía, con aquel complejo de Sherlock Holmes que lo hacía querer averiguar la razón de todas mis respuestas.
-Está bien- Dije yo, masticando el chicle.
-¿Qué tiene de malo el estar sola?- Pregunté.
-Eso justamente, que estás sola...- Dijo él, bastante tranquilo.
-No me encierro en una habitación ¿Sabes?- Algo ocurría en mi mente.
-No es encerrarte, pero no deberías estar sola... es cómo lo que ocurrió con nosotros...- Allí llegaba! Un huayco de recuerdos de porqué lo había dejado de ver hace 3 o 4 años atrás.
-Dijiste que lo ibas a dejar allí- Le respondí. -Es que no puedes suprimir algo sólo porque si, Juana...- Me dijo luego de aclarar la garganta.
Me planté en el suelo frente a él, haciendo enormes globos con el chicle, él... fruncía el ceño. Nunca le había gustado que masticara chicle mientras hablabámos. Me di media vuelta y caminé la distancia que faltaba para llegar a mi casa, entré sin mirar atrás.
Un flash en mi mente, de pronto recordaba Por qué había borrado su celular de la agenda. Porqué lo eliminé de cuentas de correo.
Porqué no contestaba sus llamadas.
Porqué me escondía de él en clases.
Porqué nos escondíamos en la calle.
Porqué le decíamos a todos que nunca nos habíamos visto.
Porque lo olvidé tan rápido.
A veces olvido que detesto recordar.
Besos.
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