Si alguien me insultaba, mis labios se partían en insultos.
Si alguien hablaba mal de mi, iba y lo confrontaba.
Si había tristeza en mi alma, lloraba en mi habitación y salía sonriendo.
Si me sentia feliz compartía mi felicidad con todos.
Si él se iba con otra no me importaba
Si alguien lloraba lo consolaba y me iba.
Si alguien se alejaba no me interesaba.
Pero ahora...
Me he vuelto vulnerable a una sombra....
Y me encanta serlo.
Besos. Adiós.
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