martes, 23 de diciembre de 2008

Conversaciones Nocturnas (Parte 1)

Todo estaba oscuro, las luces estaban apagadas, no se escuchaba ningún ruido, todos dormían excepto yo, que movía rápidamente los dedos sobre el teclado de la computadora, escribiendo.

En el monitor, una nueva ventana de conversación se abre, bajo el título de:

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría desea iniciar una conversación contigo”

Me siento intrigada, no conozco a nadie con ese nombre, llego a pensar que se trata de una broma, a pesar de mis dudas, la curiosidad me traiciona y me lleva a aceptar la invitación para entablar una conversación virtual con él.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Ahora, sentado aquí frente a esta computadora, moderna. Trato de entender como las personas se pueden comunicar de esta manera.

Mi curiosidad aumenta, es cómo una puerta que siento debo cruzar a pesar de desconocer los peligros con los que me podría encontrar.

Mi primera reacción hubiera sido preguntar si se trataba de una broma, hasta que leí con detenimiento el nombre de mi interlocutor.

-“Blaine”-

Dije casi susurrándole al monitor, con la boca entreabierta me quedé observando esas 5 palabras que formaban el nombre del vampiro sobre el que tanto sabía y sobre el que quería saber aún más.

Era imposible, no podía ser él.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Algún día entenderé esto del messenger. Debo salir. La noche espera. Me quedan apenas algunas horas para el amanecer.
¿Con quién hablo? ¿Tienes tú algo que ver con mis memorias?


Era él, el vampiro Blaine a quien he tenido la oportunidad de investigar gracias a la confianza de su editor, Miguel Ángel quien me concedió la oportunidad de leer sus memorias.

Si era él ¿Será prudente dejarlo hablando solo por varios minutos?

Juana Fernanda dice:
Si, he tenido la oportunidad de leer algo sobre ti, ¿O desea que lo trate de usted?

Si, era él, mi corazón empezó a latir con más fuerza, me acomodé en la silla como si hubiera estado a punto de desmayarme ¿Fue esa la primera frase correcta para comunicarme con un ser inmortal que ha visto ya 3 centurias de la historia del mundo?.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
La verdad, la lejanía que me evoca este tipo de comunicación hace que me dé igual la manera en la que me puedas tratar.

Su modo de responder me resultaba hipnotizante, la elegancia que transmitía iba más allá de las palabras visualizadas en el monitor de la computadora, pensé muy bien en qué palabras usaría para responderle.

Juana Fernanda dice:
Muy Bien, mi nombre es Juana Fernanda, he tenido oportunidad de leer sus memorias y siempre había querido hablar con usted aunque sea por un momento.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Pero mis memorias aún no han sido publicadas. Es más, aún no termino de escribirlas. Le he cedido ese encargo a Miguel Ángel. Lo está haciendo muy bien, a decir verdad.

Me sentía una impertinente, una niña curiosa que había hurgado en las pertenencias de un desconocido al que, quizás le moleste e incomode mi acción ¿Sería así? ¿Habría sido demasiada mi curiosidad? Podría haber provocado la ira de uno de los seres más fuertes que existen.

Rápidamente traté de excusarme, tecleé con torpeza mi excusa mientras repetía en voz baja:

-“Ay no…”-

Juana Fernanda dice:
Así es, hace un buen trabajo, me tomé la libertad; al enterarme de que era él quien se estaba encargando de escribir sus memorias, de pedirle que comparta el archivo conmigo, espero que no lo tome como una falta de respeto, de mi parte o por parte de Miguel Ángel.

¿Por qué me costaba tanto responderle? Tenía que leer 3 o 4 veces cada frase escrita, es un personaje lleno de historia, de misterio, me sentía afortunada de poder conversar con él y por eso, cuidaba mis palabras, quería cada frase sea escrita al mismo nivel en que él me escribía, me costaba trabajo evitar que mis dedos me traicionen escribiendo alguna innecesaria tontería.

Me mordía las uñas esperando una respuesta, al no obtener una, me preocupé ¿Se habría ofendido?. Tuve que insistir.

Juana Fernanda dice:
Disculpe, ¿Está usted ocupado?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Estaba pensando. No recuerdo haberle permitido hacer tal cosa.

Después de leer su respuesta un suspiro profundo inundó el silencio de la noche, hasta ese momento había olvidado qué hora era y había olvidado también que me encontraba sola en medio de una oscuridad débilmente opacada por el resplandor por el monitor de la computadora.

Juana Fernanda dice:
Mil disculpas realmente, fue mi curiosidad e insistencia acerca de usted y su historia lo que eventualmente hizo que Miguel Ángel me permitiera leer sus memorias.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Si finalmente serán publicadas algún día, pienso que no hay mayor problema.

Había comprendido mi curiosidad, me parecía irreal lo que ocurría, observando la pantalla con el resplandor blanquecino que despide el monitor reflejado en mis anteojos, me acomodo el cabello y me digo a mi misma con decisión:

-“No puedes perder una oportunidad así”-

Mi dedo índice se deslizaba lentamente sobre las teclas, una a una iban apareciendo en la pantalla hasta formar una frase.

Juana Fernanda dice:
Disculpe, ¿Le molestaría que yo le haga algunas preguntas?

Con las palmas de las manos apoyadas al borde del teclado, los puños cerrados y mordiéndome los labios, esperaba una respuesta, con suerte, una evasiva.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
No me molesta, adelante.

Una amplia sonrisa invadió mi rostro, no podía dejar de sonreír. Voy a tener la oportunidad de hacerle las preguntas que desee.
Yo no soy periodista, ni siquiera he estudiado nada relacionado a ese tipo de trabajo de investigación, sólo era una curiosa mortal que por cuestiones que aún no conocía se había cruzado en el lugar menos probable con un vampiro.

Juana Fernanda dice:
Gracias, en lo que he podido leer de sus memorias; Miguel Ángel y usted tratan de exteriorizar sus sentimientos al estar en esta época, pero me gustaría leerlo ahora ¿Cómo se siente al estar a más de 200 años de la época en la qué vivió?, no estoy segura de utilizar correctamente la palabra "vivió" , espero que comprenda mi pregunta.

No tenía ánimos de invadir su privacidad, nunca he deseado molestar a un vampiro, no sabía cual sería su respuesta.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:

Vivir. Esa palabra tiene un significado más grande de lo que puedas imaginar.
No me siento viejo. Ahora, después de todo este tiempo me siento más fuerte.
Esa fuerza se gana con los años
Puedo jactarme de tener una sabiduría realmente envidiable.


No podía alejarme del monitor, cada palabra que escribía me resultaba más intrigante que la anterior. Me gusta el modo en que me explica las cosas, como si yo no las fuera a entender del todo bien.

Juana Fernanda dice:
En los seres humanos es al revés, nosotros con la edad nos debilitamos e incluso llegamos a olvidar mucho de lo que aprendemos a lo largo de nuestra vida.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Hay cosas que he olvidado, pero lo narrado en mis memorias son hechos que recuerdo, tal cual hubieran sucedido ayer.
Hechos que han marcado mis dos existencias. La humana y esta nueva naturaleza a la cual me acostumbré hace tantos años.


Mencionaba con naturalidad y calma ambas existencias, tenía tantas interrogantes en mi mente.

Conversaciones Nocturnas (Parte 2)

Juana Fernanda dice:
Usted recuerda el momento de cambio de humano a vampiro? Que le ocurre a usted en ese momento, ¿Qué siente?

Pensé que había sido demasiado, creía haber hecho una pregunta muy personal, basándome en lo visto en películas y distintas fuentes de información el momento del cambio de humano a vampiro es difícil de explicar y es un momento muy… especial.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Las palabras están exentas de adjetivos que me permitan narrar algo semejante.
Morir no es una sensación placentera, como, quizá, muchas personas puedan imaginar.


Morir, no podía obviar mi duda, la pregunta que todos los mortales nos hacemos en algún momento de nuestras vidas.

Juana Fernanda dice:
¿Qué se siente morir?

Cruzando mis brazos, apoyé la espalda en el respaldar de la silla, como preparándome para recibir una respuesta chocante.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Morir es renacer. La Muerte es subjetiva. Si la pregunta va dirigida hacia lo físico, puedo definir la Muerte como algo doloroso.
Infinitamente doloroso.


Una mirada de ternura y compasión se dibujó en mi rostro, era un ser que había pasado por mucho dolor y aún así estaba dispuesto a compartir su historia conmigo, mi mayor duda seguía siendo ¿Porqué yo?.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Un vacío. Una presión incesante.


Esa última frase provocó que una lágrima cayera sobre el teclado, estaba rompiendo con cualquier idea que yo haya tenido acerca de los vampiros.
Cuando la ternura se disipó, dio paso al morbo, que me obligaba a hacer preguntas que quizás no estuviera dispuesto a responder.

Juana Fernanda dice:
¿Un vampiro siente placer alguno con el dolor? Sea propio o ajeno

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Es relativo. Mi personalidad nunca volvió a ser la misma desde mi muerte mortal. Mis sentimientos son ambiguos. Pero he aprendido a no disfrutar del dolor ajeno.
Mi dolor no me produce placer. El dolor de algún ser querido, de ninguna manera.

Los vampiros tenían alguna clase de sentimientos, al menos mi interlocutor, aprendía y me sorprendía con el correr de los minutos.

Juana Fernanda dice:
Okay, me sorprende lo que me dice realmente, actualmente se tienen muchos mitos y creencias sobre los vampiros basadas más que nada en relatos de ficción.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Exacto. He ahí el valor de mis memorias. Ahí radica el principal problema. Todo lo escrito previamente ha sido por manos mortales.

En medio de mi deslumbramiento con la conversación note que al lado derecho de la ventana de conversación virtual se encontraba la siguiente imagen:


Por unos segundos la contemplé e inmediatamente después, como si él pudiera leer mi mente me dijo:

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Pido disculpas por la pintura. No tengo fotografías recientes. Y la ilustración, aunque no es real, me retrata de una manera muy parecida a lo que podría lucir en persona.

Algo en su respuesta me provocó temor ¿Sabía él lo que yo pensaba? Había algo cautivante en la imagen, en él, no podía entender bien que pasaba por mi mente.

Juana Fernanda dice:
Me parece una imagen muy hermosa, si no le incomoda que se lo diga.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
En lo absoluto.
Aunque la belleza, por lo menos en los mortales, es efímera. Eso me provoca dolor.


Belleza, me pregunté si un ser tan bello físicamente pero tan sombrío al expresarse alguna vez se habrá enamorado, decidí preguntarle con el temor de meterme en un tema que no debo mencionar.

Conversaciones Nocturnas (Parte 3)

Juana Fernanda dice:
¿Usted puede enamorarse?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Puedo.
Pero no recuerdo esa sensación.

Juana Fernanda dice:
Estuvo enamorado cuando fue mortal ¿no es así?

Recordé lo leído en sus memorias, habla del amor cuando fue mortal.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Lo estuve. Esos recuerdos prefiero mantenerlos enterrados. Disculpa si no deseo hablar de eso.


Juana Fernanda dice:
No, para nada, no hay problema, no quiero incomodarlo ni tocar un tema que usted no desee tocar.

Por temor a que decidiera terminar la conversación abruptamente debido a mis impertinencias cambié de tema.

Juana Fernanda dice:
Ahora, entrando a un terreno totalmente más mundano ¿Come usted alguna comida preparada como la de nosotros los mortales?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:

Aunque quisiera, no podría. Alguna vez, de una manera ingenua, quizá, lo intenté. Fue repulsivo.

Por alguna razón, aquel comentario me causó risa, el sólo imaginar ese delicado rostro con una expresión de asco al comer aquello que nosotros los mortales comemos diariamente me provocaba cierta ternura y gracia.

Juana Fernanda dice:
¿Por qué?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
No puedo digerir la comida normal.
Podría darte un ejemplo. Imagina comer una masa insabora que tu estómago no tolere.
Que el cuerpo lo devuelva no es algo que se sienta bien.


Mi risa había estado de más, era algo complicado y penoso, un tema acerca de la nutrición de los vampiros que los mortales nunca entenderemos como tantos otros misterios que los rodean.

Juana Fernanda dice:
No me imaginaba que ocurría eso.
Ahora, ¿La sangre de animales es igual a la sangre humana? en relación a su nutrición

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Así ocurre.
No estoy al tanto de eso. Por lo menos, en todos estos años, jamás indagué al respecto. Pero el sabor, no es desagradable. Por mi experiencia puedo decir que cuando me he encontrado en mal estado o debilitado, a sangre animal no me ha ayudado mucho a recuperarme.


Se alimentaba de sangre de humanos, por un segundo el temor de que al ponerme de pie lo encontraría, elegante, sombrío y bello de píe y silencio bajo el dintel de mi puerta me distrajo de la conversación.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
En ese sentido, puedo pensar que la sangre animal no es buena. Y lo que es peor. No produce esa sensación de placer el ingerirla.

El miedo empezaba a agitarme, sentía calor y nerviosismo, decidí seguir con el ritmo de la conversación y tratar de camuflar mi miedo.

Juana Fernanda dice:
Entonces es algo más acerca de la sangre humana, aparte de la nutrición le provoca a los vampiros placer al beberla?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Es comparable, en tu caso, a beber agua después de no haberlo hecho en mucho tiempo. La sangre me da paz. Sosiego.


¿Sosiego? ¿Paz? Quedé sorprendida, ¿Era posible que un vampiro pudiera diferenciar esta clase de sentimientos?


Juana Fernanda dice:
¿Es cierto que los vampiros son almas atormentadas que viven siempre con culpa y miles de sentimientos así de oscuros?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Los vampiros somos como los mortales. En ese sentido cada uno es diferente de otro. No puedo asegurar si otros vampiros han vivido atormentados.
Particularmente, mi vida no ha sido un camino fácil. Por lo menos hoy, mi existencia goza de una calma inusitada. Espero que continúe así.


Conocía muchos aspectos de la vida de mi interlocutor, gracias a sus memorias sé lo que ha sufrido.

Conversaciones Nocturnas (Parte 4)

Me quedo observando la imagen de la ventana de conversación y veo un pequeño mensaje en la ventana:

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría está escuchando Fur Elise de Beethoven

Nunca imaginé ver a un vampiro escuchando música clásica en una computadora, sonreí mientras digitaba mi siguiente pregunta en el teclado.

Juana Fernanda dice:
Okey, veo que le gusta la música clásica ¿Ha tenido oportunidad de escuchar música actual?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Desde luego.
No todo es de mi agrado, pero prefiero la música de salón. Me remonta a épocas que extraño.


Esperaba esa respuesta, debe sentirse bastante extraño y desubicado al haber vivido tanto tiempo y haber conocido y sido testigo de las variaciones de la música.

Juana Fernanda dice:
Cuando yo era pequeña, me llamaban mucho la atención las historias de vampiros entre ellas, escuchaba el clásico ajo que aleja a los vampiros, las cruces y algo que recuerdo es que decían un vampiro no puede ser retratado ¿Es cierto? ¿La ilustración que tiene usted fue hecha cuando era mortal?

Me refería a la imagen antes vista.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
La ilustración evoca un retrato mío de cuando aún era mortal. Lamento no poder verme reflejado en un espejo. Los recuerdos de como luzco son muy lejanos. El ajo tiene un olor gracioso, pero no me afecta. Las cruces reafirman mi Fe. Yo creo en Dios y en su Único Hijo, aunque muchas veces haya llegado a pensar que me han abandonado. Mi Fe me mantiene en este mundo.


Juana Fernanda dice:
Tengo que confesarle que estoy fascinada con la conversación pues me da respuestas que no esperaba ni nunca hubiera imaginado tener, es usted creyente, vaya.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Perdón por tutearla y tratarla de usted, pero aun me confunde eso de hablar con relativa confianza a alguien que no se conoce.
Soy creyente.


Juana Fernanda dice:
Por favor, soy yo la que está confundida realmente, no creo que todos los días tenga la oportunidad de conversar con un vampiro y usted puede tutearme si desea, no hay ningún problema

Nunca había oído hablar de un vampiro que creyera en Dios, Rodrigo era una caja de Pandora que me llevaba por una montaña rusa de conocimiento, hay tanto que no sabemos acerca de ellos

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Hay cierto parecido entre la ilustración que poseo y la fotografía que a usted acompaña. Por lo menos en la postura.

Él se refería a esta imagen del actor Gerard Butler que adornaba mi ventana de conversación virtual.



Me avergoncé ¿Qué pensaría? Después de todo él tiene más de 200 años, las normas de moral verían muy mal que una mujer tengo de adorno la imagen de un hombre con el torso desnudo ¿Qué me diría?

Juana Fernanda dice:
Si, hay un cierto parecido, aunque su imagen es mucho más delicada, la mía es de un actor a quien no se le ve para nada delicado.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Debo entender que le agradan los hombre de ese tipo.


Mi sonrojé, me intimidó mucho el que me haga ese comentario, me sentí insignificante.

Conversaciones Nocturnas (Parte 5)

Juana Fernanda dice:
No, honestamente no, me gustan los hombres delicados pero fuertes, con un equilibrio entre belleza y fortaleza, es difícil de definir.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Estoy convencido de que la fortaleza se lleva por dentro. La fuerza física no pasa de ser eso. Mera fuerza física.

Juana Fernanda dice:
No me refiero a la fuerza física. Me refiero a la fortaleza espiritual, la inteligencia, la personalidad y físicamente la delicadeza me gusta mucho.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Entonces, veo que tienes gustos refinados.

Estaba yo, con las piernas cruzadas, con la espalda pegada al respaldar de la silla hablando de qué tipo de hombre me gusta con un vampiro de más de 200 años de edad, sin saber como expresarme correctamente para no quedar en ridículo.

Juana Fernanda dice:
Me va a disculpar que me falten palabras para expresarme pero el hecho de que usted esté hablando conmigo acerca de que tipo de hombre me gusta me resulta abrumador y no parece real.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
No te dispenses. Esta es una conversación casual. No tengo problemas de saber sobre tus gustos personales.


El morbo que sentí minutos antes al querer saber acerca del placer que podía sentir ante el dolor, era ahora un morbo acerca de su sexualidad, ¿Podría un vampiro tener relaciones sexuales? ¿Le es necesario tenerlas? Tenía que elegir correctamente las palabras a utilizar para que no me considerara insolente.

Juana Fernanda dice:
La siguiente es quizás una pregunta totalmente abusando su confianza... o desconfianza, no lo sé bien, pero de todos modos lo diré.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Adelante.

Su “Adelante” escrito me resultó tentador, cautivante, desafiante, como si estuviera listo a responder cualquier pregunta que yo pudiera hacerle, sentí un escalofrío recorriendo mi columna que me hizo arquearme en la silla y cambiar de posición.

Juana Fernanda dice:
Tiene usted apetito sexual? es decir, no sé como explicarme, espero que comprenda la pregunta.
Y le pido por favor que no lo tome como una falta de respeto.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Me parece graciosa esa pregunta. No tiene nada de malo sentir curiosidad. Debo decir que ese aspecto va más lejos de lo meramente carnal. Es algo que, aunque suene paradójico en mi caso, va de la mano con la espiritualidad.
El apetito sexual de un vampiro está unido al amor. En mi caso, por lo menos, salvo cuando fui mortal, no recuerdo haber sentido apetito sexual por alguien a quien no haya amado.


Me lo podía imaginar, sentando escribiendo y riendo de la naturaleza de mis preguntas era una imagen bastante interesante.

Juana Fernanda dice:
Porque, se tiene esa imagen de los vampiros, son un símbolo de la sexualidad, que son amantes apasionados, realmente tienen una muy buena imagen en ese aspecto y pues las mortales que tienen la suerte de llegar a enamorar a un vampiro a mi parecer son afortunadas pues pueden corroborar ese punto.

Qué ridiculez, le estaba hablando de sexualidad a un ser que puede poseer a cualquier mujer que desee.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Yo me enamoré de una mortal. Cuando lo leas sabrás más detalles al respecto. Fue muy doloroso. Prefiero no hablar de ello. Miguel Ángel se encargará de hacerle llegar esa parte de mi vida. La imagen que tienen los humanos sobre nosotros no siempre es la correcta.
En cuanto a la imagen apasionada o sensual de los míos, no puedo opinar, porque en este caso, hablo únicamente por mí.

Juana Fernanda dice:
Okey, entiendo, le agradezco por no incomodarse por la pregunta.

Conversaciones Nocturnas (Parte 6)

En mi cabeza, una idea acerca de la pregunta realizada daba vueltas mientras mis dedos desean escribir más. Me contuve, de pronto recordé lo visto en distintas producciones de Hollywood acerca del poder que tienen los vampiros de leer la mente.
Si es así y Rodrigo podía leer mi mente, quedaría en ridículo.

Juana Fernanda dice:
Ahora, usted mencionó esa imagen que tenemos por ejemplo, respecto a los poderes que se supone tienen ¿es cierto? ¿Puede usted leer la mente de los mortales? ¿Puede leer mi mente en este momento?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Puedo. Pero en este momento no, pues no la conozco. Nunca te he visto en persona. Quizá hay un pequeño vestigio de ese poder, porque antes de que lo preguntaras pensé: "Me preguntará sobre si puedo leer su mente". Si algún día llego a hablar contigo personalmente, podré hacerlo.

-“Uff…”-

Dije exhalando.
La posibilidad de que leyera mi mente me atemorizaba.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
No todos pueden hacerlo. Depende de quien fue el que convirtió al mortal en vampiro y de la edad que tenga. Los vampiros puros sí pueden hacerlo, siempre. Desde el día en el que ven la luz, metafóricamente hablando.


Había escrito algo que me provocó curiosidad, la opción de alguna vez hablar con él, personalmente ¿lo dirá en serio?

Juana Fernanda dice:
Me encantaría conversar personalmente con usted, quizás suene bastante cursi pero sería como un sueño hecho realidad el conocerlo en persona.

¿Habría sido innecesario ese comentario? ¿Sentiría que soy simplemente una seguidora una groupie más que idolatra los vampiros?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Dudo que sea tan placentero como imaginas.

Juana Fernanda dice:
No entiendo porqué, realmente estoy encantada con la conversación, es usted un maravilloso libro abierto que estoy dispuesta a leer si usted me lo permite claro está.

La idea de conocerlo personalmente me llenaba de excitación, ver su piel, sus ojos ¿Será cierto que la mirada de los vampiros es tan fuerte que los mortales no toleran el contacto visual? ¿Cuán fría será su piel? ¿Qué sensación provocará en mí el roce de sus labios?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Puedo pasar por un mortal si voy por la calle, pero definitivamente hay un halo distinto en mi aura.
Quizás eso te asustaría.

Juana Fernanda dice:
No me asusto con facilidad y si un susto es el costo por conocerlo pues no tengo problema en pagarlo ese costo.
Disculpe mis errores al escribir, entienda que yo, como cualquier mortal a esta hora se encuentra durmiendo y estoy luchando contra el sueño para no caer dormida sobre el teclado.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Sueño es lo que menos podría tener yo a esta hora. Entiendo que este medio de comunicación, pese a su modernidad conserva algo rústico en su esencia. Por tanto entiendo que puedan haber errores al escribir. Si ya se inventó el teléfono, aun no logro entender por qué razón existe un medio como éste.

Juana Fernanda dice:
No le quito más tiempo de su preciosa noche.
Estoy infinitamente agradecida por su tiempo, me gustaría que se repitiera este encuentro en otra ocasión. ¿Es posible?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
No tienes por qué agradecer. Para mí es un placer hablar con mortales. Es una especia a la que amo y admiro.
De día descanso, de noche me marcho. Pero en algún momento puedo volver a usar mi ordenador para este fin.

Conversaciones Nocturnas (Parte 7)

No quería dejarlo ir, de haber sido personal esta conversación lo habría tomado del brazo en un vano intento de detenerlo con grandes posibilidades de ver el lado agresivo de Rodrigo.

Juana Fernanda dice:
Perfecto, hay tantas preguntas que me gustaría hacerle, tanto que quiero saber de usted y de su vida en otras ocasiones de ser posible.

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
No te preocupes. Siempre hay oportunidad. Definitivamente no tengo preocupación con respecto al tiempo.
Salvo cuando es de noche.


Mi nerviosismo aumentaba ¿Habría sido esto un sueño? ¿Acaso cuando me despida nunca más volveré a saber de él? De haber sido un sueño hubiera preferido dormir todo el día, tenía que arriesgarme.

Juana Fernanda dice:
Es cierto, Bueno, no le quito más tiempo, estoy encantada de conocerlo y conversar con usted, muchas gracias.
No sé como despedirme de usted.
¿Qué le puedo decir "Cuidate"? ¿"Un abrazo"?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Un "buenas noches" no estaría mal.

Juana Fernanda dice:
Ideal, Buenas Noches y una última pregunta.

La curiosidad me traiciona, tenía que saberlo.

Juana Fernanda dice:
Va a alimentarse hoy al salir?

Rodrigo Christian Blaine de Quijandría dice:
Desde luego. Por lo menos hoy no pienso hacer otra cosa.
Si me permites, buenas noches.


Juana Fernanda dice:
Buenas Noches.

“El usuario Rodrigo Christian Blaine de Quijandría ha abandonado la conversación”

Me quedé observando la pantalla sin reaccionar, no podía creerlo, fue cierto.
En medio de la oscuridad de la madrugada me puse de pie, apagué la computadora y salí del estudio.


Al subir a mi habitación pase por las enormes ventanas que dan hacia la calle, pasé lentamente observando hacía afuera, creo que muy en el fondo, esperaba verlo, caminando por la vereda del al frente y que en medio de la oscuridad de la noche y su apetito gire su cabeza y nuestras miradas se encuentren.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Tan sólo quiero hacerte el amor

Sigue leyendo antes de escandalizarte por el título.

El blues es uno de esos tipos de música que ya no escuchas en la radio, sólo conoces un par de canciones gracias al SoundTrack de alguna película y lo relaciones con gente que ya falleció, colonias de gente negra y uno que otro BioPic que se han estrenado en los últimos 5 años.
Feo destino el de uno de mis géneros musicales preferidos.

Etta James, una de las voces que me hipnotiza al momento de escuchar Blues tiene una canción con la que me he obsesionado en las últimas horas y seguramente seguiré escuchando hasta que vuelva a meterme en la carpeta de Blues que se encuentra flotando entre mis archivos y otra la reemplace.

Etta James - I Just want to make love to you
(Click en el nombre de la canción para escucharla... obvio ¿no?)


I don’t want you to be no slave;
I don’t want you to work all day;
But I want you to be true,
And I just wanna make love to you.…

Love to you……
Love to you…Ooooohhooh……
Love to you…

All I want to do is wash your clothes;
I don’t want to keep you indoors.
There is nothing for you to do
But keep me makin’ love to you.…
Love to you……
Love to you…Ooooohhooh……
Love to you…

And I can tell by the way you walk that walk;
I can hear by the way you talk that talk;
I can know by the way you treat your girl
That I can give you all the lovin’ in the whole wide world!
All I want you to do is make your bread!
Just to make sure you’re well-fed!
I don’t want you sad and blue!

And I just wanna make love to you.…
Love to you……
Love to you…Ooooohhooh……
Love to you…Ooooh.

And I can tell by the way you walk that walk;
And I can hear by the way you talk that talk;
And I can know by the way you treat your girl
That I could give you all the lovin’ in the whole wide world!
Oh, all I wanna do - All I wanna do is cook your bread!
Just to make sure that you’re well-fed!
I don’t want you sad and blue,
And I just wanna make love to you.…

Love to you……
Love to you…Ooooohhooh……
Yeah, love to you…Ooooh.…
Love to you……

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Resumen:


  • I did it my way
  • El 26 y 27 tengo que trabajar en el libro
  • Tengo que decidirme por los dibujos que irán en el libro
  • Tengo que corregir el orden de los poemas
  • Tengo que encontrar un color "verde no tan verde" para la portada.
  • Tengo que agradecerle al editor
  • Tengo que retribuirle el favor al artista.
  • Tengo que retribuirle el favor al diagramador.
  • Tengo que decidir donde se presentará el libro.
  • Tengo que mandar mi libro a los críticos.
  • Tengo que aceptar las críticas.
  • Tengo que terminar el libro!

Juro que el momento en el que el libro se publique tendré un orgasmo.

Mañana recojo notas en el Británico ¿Apostamos? Nisiquiera sé cómo se llama el libro que utilizo.

Besos.

Los Quiero.

Adiós.

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"Puede que yo haya visto pasar 80 primaveras... pero aún sigo ardiendo" - Etta James