jueves, 26 de febrero de 2009

Recuerda...

Me gusta recordar cosas que ya había olvidado.
De ese modo las cosas antiguas y que con seguridad han perdido emoción se vuelven nuevas, inexploradas y emocionantes.
Me gusta olvidar cosas.
Porque de ese modo las cosas que recuerdo y hieren se pierden en el fondo de mi mente; también me gusta olvidar las cosas que me hacen feliz, pues de ese modo seré feliz más adelante cuando recuerde aquello que he olvidado.
O quizás no recuerde nada y siga sin importarme.

Besos. Adiós.

lunes, 23 de febrero de 2009

Recuerdo

Sentada en el borde de la cama, recordé el primer encuentro y hoy reniego del día en el que mi vida se cruzó con su vida, una vida inexistente, vacía y carente de alma, reniego del día en que mi mirada; perdida en la noche se topó con un par de ojos de de brillo plateado afuera de mi casa.


-“Buenas noches”-

Dije tratando de aparentar tranquilidad.


-“Buenas noches jovencita”-

Dijo él, sin voltear a mirarme, se veía distraído.


-“¿Qué hace usted aquí a esta hora? Es peligroso”-

Giró a verme, llevaba puesto un largo abrigo oscuro que ensanchaba su figura, el cabello suelto y desordenado por el viento que sopla emulando una voz de ultratumba.


Era bello, pero misterioso, nunca antes lo había visto por las calles de mi vecindario, ni siquiera había imaginado que podía existir alguien así, era unos 20 centímetros más alto que yo.


Estaba de pie a unos metros de mí, con las manos metidas en los bolsillos de la gabardina, observando el enorme árbol de la entrada de mi casa.


Había algo extraño en su rostro, parecía un dibujo antiguo, carente de color.

Sonrió, creo que se burlaba de mí.


-“¿Qué hace allí de pie?”-


-“Verás, hace muchos años en este lugar vi como un respetable hombre plantaba este árbol, cuando en ese entonces era sólo una endeble ramita”-


-“Habla raro…”-

Se me escapó el comentario, me cubrí la boca avergonzada.


-“Me han dicho eso antes, quise ver si el árbol seguía aquí, honestamente no pensaba encontrarlo”-


-“Creo que se equivoca…No es posible que usted haya visto este árbol cuando fue plantado”-

Crucé los brazos para protegerme del frío.


-“¿Porqué lo dices niña?”-

Me miraba detenidamente, me exigía una respuesta sin necesidad de pronunciar palabra alguna.


-“Porque este árbol lo plantó mi bisabuelo, para conmemorar a su familia y eso fue hace… casi 100 años”-

Una amplia y bella sonrisa se dibujó en su rostro, se estaba burlando de mí.


-Desde esa noche mi vida no pudo ser la misma-