Me gusta recordar cosas que ya había olvidado.
De ese modo las cosas antiguas y que con seguridad han perdido emoción se vuelven nuevas, inexploradas y emocionantes.
Me gusta olvidar cosas.
Porque de ese modo las cosas que recuerdo y hieren se pierden en el fondo de mi mente; también me gusta olvidar las cosas que me hacen feliz, pues de ese modo seré feliz más adelante cuando recuerde aquello que he olvidado.
O quizás no recuerde nada y siga sin importarme.
Besos. Adiós.
jueves, 26 de febrero de 2009
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