jueves, 16 de abril de 2009

Pasame un kleenex...

Cada cierto tiempo nos topamos con una fotografía que nos destroza el corazón y nos provoca ganas de tirarnos al suelo a llorar en posición fetal repitiendo "¿Por qué?".

Esta es la de hoy...


Steve Irwin siendo besado dulcemente por su hija Bindi ... él me parece el hombre más encantador que ha existido y su hija es idéntica a él. Ya han pasado un par de años desde su muerte y aún se me encoge el corazón al ver esta imagen.


Besos.
Adiós.

1 comentario:

Ni dijo...

la muerte de este personaje no fue mas q su pasion


aunk suforma de trabajar no es muy de mi gusto indudablemente se nota el amor de padre

=)

lo k puede decir una imagen sin ninguna palabra