domingo, 27 de septiembre de 2009

La mixtura de Mistura (Parte 1)

Viernes 11:00 p.m.
Todo empezó con un sms:
"Vamos a Mistura?"
Y una respuesta:
"Vamos pues! ¿Mañana o pasado?"

Así llegamos al "Woodstock de los sabores". 4 Días de Mixtura, Ají y Paz en los cuales las estrellas eran nuestros nuevos RockStars "Los Gastrónomos" Encabezados por leyendas como el Chef Wong, Teresa Izquierdo, Teresa Ocampo, Rosita Ríos entre otros. Como los actuales embajadores de la cocina peruana los ya bastante famosos Gastón "Yo no uso gorrito para chef" Acurio y Flavio Solórzano y por supuesto los infaltables cientos de nuevos rostros de la gastronomía.

Decidí plasmar en el weblog mi experiencia sabatina con "Mistura":

La compra de entradas:
8:05 a.m.
El viaje en Bus desde el final de la Av. Benavides hasta el Parque de la Exposición en el centro de Lima es un Viaje de 1 hora y pico. Que con gusto aguanté con sonrisa positiva pues se trataba de un evento importante. Mi hermana y yo nos subimos en la 5C conversando acerca de quiénes estarían allí y las cosas que podría ver; mi hermana es la que me recomienda comidas, postres y lugares nuevos y hoy, no sería la excepción.

9:20 a.m.
Llegamos a la entrada del Parque De La Exposición por la Av. 28 de Julio, siendo las 9:20 habían ya por lo menos unas 20 personas haciendo cola.
"¿A qué hora empiezan a vender las entradas?"
"A las 10:00"
"En Plaza Vea me dijeron a las 9:00"
"No, es a las 10:00"
Nos quedaba esperar. No tenía problema con esperar 40 minutos. ¡El viaje de mi casa hasta la feria duró más!

10:00 a.m.
Una de las encantadores señoritas de Tu Entrada se acerca a la reja de separa la boletería de los asistentes y dice:
"Señores la venta de entradas se va a retrasar 45 minutos"
El "Oiga! Estoy acá desde las 9:00" No se hizo esperar. Es que, todos queríamos entrar a toda costa.

10:45 a.m.
Los V.I.P. ubicados ya y luciendo sus intimidantes rostros pre-feria observaban a la cola de gente que ya alcanza la cuadra entera de distancia.
"Señores les pedimos que esperen 15 minutos más"
Las pifias clásicas, reminiscencias de estadio.
Alguien se cansó de esperar a mitad de la fila y decidió saltar la reja que separa a los recién llegados de los sacrificados que llevábamos más de una hora esperando.
El V.I.P. más grande se acerca al hombre que saltó la reja y con un ademán lo separa de la manada en la que estaba a punto de convertirse esa fila de gente.

11:00 a.m.
"Por aquí tarjetas de crédito, por acá efectivo"
Escuché un par de aplausos y poco faltaba para saltar de emoción al sostener mis entradas.



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