miércoles, 24 de junio de 2009

Él y por supuesto Ella


Él, vive en mi mente. Al igual que Ella. Y allí; Él, sentando observando fijamente una hoja de papel decide plasmar en palabras todo aquello que siente por Ella. Porque Él la ama.


La lluvia lanza sus aguijones

envueltos en opacas gotas de

lluvia hedionda.


Burlándose de lo que me queda

de piel, me miran de reojo los

ángeles, como el lacayo sin amo

que espera fervoroso el retorno.


Con las rodillas clavadas al

pavimento, rezo uniendo sueños,

separando dolores.


Dios, no deseo que venga esta noche

No deseo que sea mía.

No deseo poseer bestialmente cada

centímetro de su enigmático ser bañado

en brillo de luna creciente de poetas.

No deseo besarle los pasos mientras

avanza para alejarse huyendo de mí.

Asqueada”


Deseo que un cabello de su cabellera

bendita roce mi mejilla, que un suspiro

confunda el rumbo y llegue a mis oídos.

Que sus pasos se embriaguen y terminen

siguiendo a los míos.


Deseo, observarla, oculto en la entrada

de sus indómitas pesadillas.

Deseo espiarla y seguirla mientras

imagino cuál es el sabor de sus besos.


Deseo desarla, soñarla, anhelarla y

odiar lo ajeno a ella. Odiarme a mí

por no ser criatura suficiente para

fijarle la mirada en la nuca cuando

camina provocando temblores en mi mundo.


Se burlan de mí los ángeles desnudos,

bañándose en las gotas que me golpean.

Se burlan por esperarla, sentado bajo

el dintel de su puerta, esperando que

por la mañana, tropezando con mi cuerpo

congelado y desvalido su mirada se torne

compasiva y me llene de calor.


Que desgarren sus uñas mi alma.

Que me arranquen la vida sus tacones.

Que beban mi sangre sus blancos caprichos.

Que me devore entero si es un demonio.

Que me lleve al cielo si es un ángel.

Que me odie y así recuerde mi nombre si es humana.

Que me maldiga para estar ligado a ella si es Diosa.

Que beba mi sangre si es vampiro.

Que me mate lentamente si es una visión.


Besos.



No hay comentarios: